San José, y los pies de barro

Cuenta la leyenda que en la época de 1900, era una época en la que existían muchas disputas entre los pueblos San José de Bolívar y Queniquea, pero en aquel entonces ambos pueblos fueron testigos de un milagro. Los queniqueos querían llevarse la imagen de San José y colocarla en la iglesia de su pueblo, esta disputa sucedió de día, pero en medio de ella de pronto se escucharon unos tiros y se escuchó el sonido de unos garrotes, que dieron la estocada final y triunfo a los queniqueos, lograron llevarse entonces la imagen de San José (el patrono), inmediatamente luego del hecho y ya con la imagen comenzaron a realizar peticiones de protección por el suceso ocurrido.

Acercada la noche custodiaron a la imagen varios hombres de la comunidad queniquea, para prevenir ser asaltados por la comunidad de San José de Bolívar, extrañamente esa noche cayo una tormenta y tempestad que inundó los barriales, las trochas, y caminos, siendo imposible acceder a ellos.

El día siguiente en la mañana la imagen de San José también extrañamente había desaparecido sin dejar rastro alguno y se podía sentir la desesperación de los queniqueos quienes no entendían lo sucedido, en medio del suceso a lo lejos se escucho un murmullo de plegarías que parecía venir del poblado de San José, cuando se trasladaron al lugar para averiguar lo que pasaba allá, se percataron de observar todo pero en especial el que la imagen había aparecido y se encontraba en la iglesia pero del templo de la comunidad de San José, estaba perfecta pero con la única diferencia que tenía lleno los pies de barro, se cuenta que desde aquel día los queniqueos aprendieron a no robar las imágenes de donde pertenecen, ya que el San José pertenecía a San José de Bolívar no a Queniquea, por lo tanto aprendieron a respetar los santos.

Instituto del Patrimonio Cultural. Municipio Sucre – Municipio Francisco de Miranda.

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