Capilla del Niño Jesús. Llanitos, Cordero

Abandonado en un viejo cajón de madera encontró Edita Sánchez al llamado milagroso Niño Jesús del Llanito, en un parque de la ciudad de Valencia, estado Carabobo. Tiempo después, ella con mucho esfuerzo logró hacerle una capilla, pues él le salvó su vida.

Hacia finales del año 1968 Edita Sánchez se enfermó gravemente, su hija Marina decidió entonces llevarla a Valencia en busca de la cura para su padecimiento. Durante su estadía en esa ciudad se paseaba por un parque cuando allí, al lado del camino tropieza con un viejo cajón de madera en donde se encuentra un muñequito de plástico que no tenía pie ni mano; Edita recogió la figura: “Jugué un buen rato con él, pues tenía un atractivo muy especial para mí, luego lo guardé en una caja de fósforos y me la llevé conmigo”. Al terminar el tratamiento para su enfermedad decidió no desprenderse más de su muñequito querido como lo llama cariñosamente, se lo trajo para Cordero sin imaginarse siquiera lo que esto significaría para su existencia.

Ya en esta población la vida transcurría lentamente, sin embargo, Edita siguió enferma, no lograba recuperarse de sus males y así pasaron tres años hasta que es internada en el Hospital Central de San Cristóbal en donde fue desahuciada por los médicos “Llegué a pesar cinco kilogramos en huesos y la sangre la tenía casi en cero”.

Edita fue catequista desde el año 1930, es muy creyente y siempre ha tenido confianza en que Dios la ayudará, a pesar de haber estado al borde de la muerte no pierdió la fe y es así cuando al despertar del día 16 de septiembre de 1971, por primera vez en mucho tiempo tiene ánimos de pararse y comer. Asegura esta tachirense fiel a su religión que esa mañana fue como el “amedrento” del personal médico del hospital, ya que todo el que sabía de su estado esperaba de un momento a otro que llegara su muerte y “A nadie le pasó por la cabeza que una persona que estuviese en el estado en que yo me encontraba pudiera pararse y caminar”.

Cuenta la señora Edita con lágrimas en los ojos que “Esa mañana del 16 de septiembre, me bañé y desayuné y aunque casi no podía comer, sin embargo pasé algo y luego me recosté en la cama, a eso de las diez de la mañana entró un señor muy joven y buen mozo vestido de azul, y me preguntó: ¿edita estás mejor?, y yo le contesté: ese es mi muñeco querido. Y el dijo: en tus manos haré milagros”. Fue en ese instante en que hubo la verdadera revelación de Dios, a través de una persona llena de dulzura y bondad.

Después de ese momento entró el médico encargado y le preguntó: ¿Edita estás mejor? Y ella le respondió: “Sí y muy feliz. Yo el lunes a las 10:00 AM me voy, mis hijos me vienen a buscar y con mis manos y gracias al Divino Niño voy hacer milagros. El doctor me preguntó: ¿para qué se va a su casa si allí sólo pasa hambre? Después de ese episodio, al salir del cuarto les aseguró a todos que “la resucitada estaba loca”.

Efectivamente, el lunes a las 10.00 AM tal cual le fue anunciado, los médicos le dieron de alta y regresa de nuevo a su casa ansiosa por buscar su muñeco y cuál sería su sorpresa cuando no lo encuentra; tres días permaneció desaparecido y es sólo hasta el jueves en horas de la mañana que lo consiguió.

Explica edita que el primer milagro realizado por el niño Jesús del Llanito lo hizo con su hija quien estaba llena de llagas por todo su cuerpo, y luego de mucho suplicarle por su curación, este la sanó.

Y es así como comienza sin parar la historia de milagros de este pequeño niño, la humilde casita en donde vivía Edita se convirtió en el santuario de todos y, con el dinero que daban los devotos y con los presentes de oro y plata que le ofrecen, esta mujer construyó la capilla que hoy se levanta a orillas de la carretera de la Aldea padre Lamus en el Llanito.

Actualmente, después de muchos años y luego del milagro el Niño Jesús se ha terminado de formar, ya su manita y piecito están totalmente normales. El milagro está allí a la vista de todos y muchos son los fieles que vienen de todas partes de Venezuela y otros países solamente para verlo.

FUENTE: Tochadas

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